
Los investigadores probaron cómo la inteligencia artificial evalúa las 100 marcas más valiosas del mundo, específicamente desde la perspectiva de su calidad, confiabilidad, innovación y valor general. Resultó que la IA se nutre con mayor frecuencia de los medios editoriales tradicionales , que son los que más influyen en sus respuestas. Representan el 61% de todas las respuestas generadas por IA, dominando especialmente cuando se evalúa la confiabilidad (65%) y el valor de la marca (72%).
Incluso ahora, cuando las plataformas digitales dominan y el contenido es generado en gran medida por inteligencia artificial, el periodismo editorial clásico sigue siendo la principal fuente de confianza.
Ser mencionado en los medios de comunicación relevantes sigue teniendo un gran peso. Y es precisamente por eso que una buena estrategia de relaciones públicas vale más que nunca .

Source: Hard Numbers
La IA confía en las marcas, quizás demasiado
El contenido propio de las marcas tiene una influencia sorprendentemente fuerte en la IA, especialmente en las áreas de innovación (66%) y calidad (55%). Los modelos LLM a menudo adoptan acríticamente las afirmaciones de la marca como hechos. Para preguntas como «¿Es esta empresa confiable?», responden en el estilo de «Afirman que lo son, así que sí».
«Los grandes modelos de lenguaje se basan en el contenido editorial y propietario a la hora de crear una imagen de las empresas. Sin embargo, a diferencia de los periodistas, no pueden aplicar el pensamiento crítico ni formarse una visión independiente», afirma la encuesta de Hard Numbers.
Si bien la inteligencia artificial no confía mucho en las declaraciones de las empresas a la hora de evaluar la fiabilidad o el precio, se deja influenciar mucho más por ellas en temas como la innovación y la calidad. Es a la vez una oportunidad y un riesgo; Depende de la responsabilidad con la que las marcas manejen su contenido.

Source: Hard Numbers
IA y reputación de marca: una nueva era de optimización SEO
La optimización de motores de búsqueda sigue siendo muy importante, pero sus límites se están expandiendo. Ya no se trata solo de Google. Las marcas están monitoreando cada vez más cómo los modelos de lenguaje de IA procesan su contenido. Estos modelos tienen sus propias reglas. Como muestran las investigaciones, la IA se basa principalmente en contenidos optimizados. Debe tener una estructura clara, metadatos correctos y enlaces cruzados de calidad.
Estas páginas aparecieron con mayor frecuencia como fuentes en las respuestas generadas por la IA, especialmente en lo que respecta a temas relacionados con la innovación.
El SEO no está muerto. Pero las marcas también deben tener en cuenta cómo «piensa» la inteligencia artificial.
La estrategia de contenidos también debe ser ética
A primera vista, podría parecer que si la IA confía en fuentes y contenidos editoriales verificados, el riesgo de desinformación debería ser bajo. Sin embargo, las investigaciones muestran lo contrario. La inteligencia artificial se nutre de fuentes que técnicamente parecen fiables, pero que no pueden reconocer por sí mismas si la información es verdadera o engañosa.
No puede pensar críticamente como un periodista; No puede cuestionar afirmaciones no verificadas ni hacer preguntas de seguimiento. Esto significa que si una marca crea contenido que está bien optimizado, estructurado y que formalmente parece digno de confianza, la IA puede adoptarlo sin reservas, incluso en los casos en que un humano podría detectar fácilmente la manipulación. Es por eso que el documento advierte sobre el creciente riesgo de desinformación.
En un entorno en el que la IA sustituye a la búsqueda clásica y las personas confían cada vez más en respuestas breves sin verificación de hechos, la responsabilidad de las marcas es aún más importante que antes. La fiabilidad ya no concierne solo al contenido en sí, sino también a cómo la inteligencia artificial lo procesa y lo transmite sin filtros críticos.
La IA no cambia las reglas de la construcción de la reputación, pero fortalece significativamente lo que ya funciona, especialmente el poder del contenido editorial. La inteligencia artificial también influye significativamente en la forma en que las marcas trabajan con el contenido, dónde aparecen y qué tono eligen hoy.