
¿Qué se requiere?
Los minoristas deben proporcionar opciones de pago en efectivo, que incluyen:
- Pagos en tienda en el punto de venta
- Servicios de pago contra reembolso
- Depósitos en cajeros automáticos o depósitos en cuentas
- Pagos con cheque amarillo
Se aplican excepciones a las suscripciones en línea, las ventas electrónicas transfronterizas y las tiendas totalmente automatizadas.
Preocupaciones de la industria
OKSZ, de la Asociación Nacional de Comercio, ha criticado la ley, advirtiendo que impone obligaciones poco realistas a ciertos tipos de empresas.
Principales cuestiones identificadas:
- Las tiendas de autoservicio se enfrentan a dificultades operativas
- Los casilleros para paquetes requieren modificaciones costosas
- Las máquinas expendedoras necesitan actualizaciones de seguridad
- Altos costos de conversión para operaciones sin efectivo existentes
- Posibles interrupciones del servicio
La asociación argumenta que la regulación pasa por alto la tendencia hacia los pagos electrónicos y puede causar desafíos para las empresas más pequeñas.
Impacto en el comercio minorista
La enmienda va en contra de la tendencia europea más amplia hacia los pagos digitales. Si bien garantiza que los clientes que prefieren el efectivo no queden excluidos de las compras, crea requisitos de cumplimiento para las empresas que han pasado a operaciones sin efectivo.
Los minoristas deben implementar sistemas de pago que cumplan con la fecha límite de julio.
Desafíos del comercio electrónico
Los minoristas en línea con sede en Hungría se enfrentan a obstáculos de implementación especialmente complejos, mientras que los vendedores internacionales se benefician de la exención transfronteriza. Las empresas locales de comercio electrónico ahora deben integrar servicios de pago contra reembolso y sistemas de depósito en cuenta en sus plataformas, lo que podría ralentizar los procesos de pago y aumentar las demandas de servicio al cliente.
La ley obliga efectivamente a las empresas nacionales nativas digitales a mantener infraestructuras de pago duales, lo que crea una desventaja competitiva frente a los competidores extranjeros que pueden seguir operando sin efectivo en el mercado húngaro.