
Solo en el Reino Unido, en 2024 se denunciaron 2,6 millones de casos de fraude en compras a distancia, lo que supone un aumento del 22% respecto al año anterior, lo que supuso pérdidas de aproximadamente 400 millones de libras esterlinas, un aumento del 11%. Dada la similitud en las infraestructuras de pago y las tácticas de fraude en toda Europa, es probable que este patrón refleje un desafío más amplio de la UE.
En apoyo de esto, el informe 2025 de Tietoevry Banking , analizó más de 3.700 millones de transacciones europeas, encontró un aumento del 43% en los intentos de fraude de pagos digitales en 2024 en comparación con 2023, impulsado en gran medida por una sofisticada ingeniería social y estafas mejoradas por IA. Las estafas de manipulación social aumentaron un 156%, mientras que los ataques de phishing aumentaron un 77%, lo que complicó la detección y prevención del fraude.
Los delincuentes suelen utilizar una compleja ingeniería social para engañar a los consumidores para que revelen los códigos de acceso de un solo uso (OTP) enviados por los bancos para autenticar las transacciones. Con estos códigos, los estafadores eluden las medidas de seguridad para completar compras no autorizadas o vincular tarjetas robadas a billeteras digitales. Esto expone las vulnerabilidades en la dependencia actual de las OTP como defensa principal.
Las filtraciones de datos en minoristas y terceros agravan aún más el problema al proporcionar a los delincuentes vastas colecciones de datos de tarjetas, que siguen siendo explotables durante meses o años después de la violación.
Curiosamente, el fraude de pago push autorizado (APP), en el que se engaña a las víctimas para que autoricen pagos, disminuyó un 2% hasta los 450 millones de libras esterlinas en el Reino Unido, lo que refleja la eficacia de la educación del consumidor y los esfuerzos de detección de fraudes.
Para el ecosistema de comercio electrónico de la UE, estos avances sugieren que debe haber un enfoque coordinado en el que participen bancos, minoristas, proveedores de pagos y reguladores. Las medidas clave incluyen el fortalecimiento de la verificación de identidad, la implementación de cheques de beneficiarios en tiempo real y la educación de los consumidores sobre la evolución de las tácticas de ingeniería social.
A medida que crecen las compras en línea en Europa, es esencial tomar medidas inmediatas para combatir el fraude en las compras a distancia a fin de proteger a los consumidores y preservar la confianza en el comercio digital.