El acrónimo IRL significa «En la vida real«, es decir, en el mundo real. Una campaña de experiencia IRL es un tipo de actividad de marketing que tiene lugar fuera del entorno online, físicamente, en el mundo real. El objetivo es crear una experiencia personal sólida que las personas recuerden y, en el mejor de los casos, hablen más de ella, ya sea con otras personas a su alrededor o en las redes sociales.
A diferencia de la publicidad digital o el contenido que vemos en las pantallas, las campañas IRL involucran los sentidos y las emociones y, a menudo, la interacción directa con el producto o la marca en el sitio.
Ejemplos de campañas IRL:
- Una tienda pop-up en un lugar poco convencional (por ejemplo, en medio de una plaza o en un festival), donde la gente puede probar o comprar productos.
- Un evento experiencial, por ejemplo, una marca organiza un concierto, una exposición o un taller especial.
- Una instalación interactiva en las calles que atrae a los transeúntes a involucrarse y experimentar algo inesperado o divertido.
- Marketing callejero : actuaciones creativas directamente en las calles (por ejemplo, flash mob, performance, transformaciones visuales de espacios públicos).
Las campañas IRL ayudan a las marcas a crear conexiones auténticas con las personas. Cuando experimentamos algo real, lo recordamos con mucha más fuerza. Y si la experiencia es excepcional, nos gusta compartirla, lo que conecta naturalmente la campaña IRL con el mundo online. Pueden ser similares al marketing de guerrilla, pero hay una cierta diferencia entre ellos:
- Experiencia IRL = experiencia sólida, a menudo planificada, positiva e interactiva.
- Marketing de guerrilla = golpe creativo fuera de las expectativas, generalmente sin previo aviso y destinado a captar la atención.